Llegamos a los 15

Amigos y amigas, esperamos que donde nos lean se encuentren bien junto, aprovechamos este tiempo para contarles cómo hemos estado durante estos meses. Este año comenzamos con un proyecto que esperábamos estrenar en junio. Nuestro montaje de Medea, de Eurípides. Estábamos llevando adelante la producción y ensayos de este montaje, cuando en marzo nos vimos obligados a parar  debido a la pandemia que actualmente ha cambiado el rumbo de muchos proyectos.


Afortunadamente tuvimos oportunidad de iniciar nuestra temporada 2020 en La Galera, con la presentación de "Santa María de la Espera", que este año cumplió diez años de estar en nuestro repertorio.

En El Salvador la cuarentena comenzó en marzo y fieles a la realización año con año de Marzo Teatral, esta vez lo hicimos de manera virtual con talleres, lecturas y breves presentaciones de fragmentos de nuestras obras, desde nuestra fan page en facebook.



Este año ha sido muy fuerte para nosotros. Lamentamos contarles que nuestro compañero Aníbal Cerón falleció el pasado 20 de abril a causa del cáncer. Han sido días  tristes para todos. Lo extrañamos.


El 5 de junio de este año, El Tiet cumple 15 años de vida escénica, muchos amigos nos enviaron sus saludos, que pueden ver en nuestra página de facebook https://www.facebook.com/TIET.teatro/
Y a través de este medio, queremos compartir nuestro mensaje de aniversario, agradeciéndoles su apoyo:
Cuando comenzamos con esta aventura teníamos solo un par de ideas: que las personas en comunidades que lo tienen difícil con el acceso al arte, pudieran ver teatro como tuvimos nosotros la suerte de hacerlo para poder imaginar otros mundos y además ser teatristas orgullosos de su cultura teatral, respetando los saberes y haceres diversos que cada quien traía para experimentar.
Como muchos colegas hemos entrenado y ensayado en espacios prestados, en parques, en lugares que hemos podido alquilar y en nuestras casas. Hemos producido proyectos con cero pesos cero centavos cuando ha tocado, viendo ir y venir promesas, gobiernos e historias. Nos hemos quedado varados en la carretera y hemos viajado a otros paisajes, presentando el teatro de nuestro país con personas que se asombraban un poco de que fuéramos protagonistas del arte en lugar de serlo de la página roja, hemos estado felices de regresar a las comunidades en que vivimos, con los peligros y alegrías que entrañan. Hemos abierto nuestro espacio de encuentro y aprendizaje para aprendices y colegas de nuestro país en diversos talleres con quienes nos visitan de cerca y de lejos, en lo posible hemos apoyado a aquellos que van de paso por nuestras tierras o llegan para quedarse. Hemos sido afortunados de conocer y compartir con grandes seres humanos y estupendos artistas, con algunos nos encontramos de vez en cuando, de otros hemos tenido que despedirnos y conservarlos en la memoria. Hemos cargado baúles y mochilas para vadear quebradas o subir laderas, para armar nuestro escenario en canchas, calles, casas comunales, patios, en escenarios en El Salvador e Iberoamérica, donde nos hemos encontrado con entrañables amigos y con salvadoreños que siempre nos mandan saludos para su país y en una ocasión también en una cancha de fútbol justo sobre la frontera de Belice y Guatemala. Nos alegra haber recibido premios y reconocimientos, aunque nos alegran más los rostros de quienes a sus 5 o 75 años ven por primera vez teatro.
Hemos aprendido mucho en este viaje, sobre todo a tejer los sueños hasta verlos realizados y a agradecer a cada uno de ustedes por ayudarnos: a nuestras familias de sangre, de letras y de teatro, a personas e instituciones que han confiado en nuestro trabajo, al público con quienes nos hemos encontrado en los más diversos espacios: a las señoras en el parque de Alegría que le avisaron a gritos a Sganarelle que Dorimena lo engañaba, a los chicos y chicas que le han dicho al Señor Gigante que debe compartir, a las niñas que preguntan por Dulcinea cuando se termina En un Lugar de La Mancha, a las valientes mujeres que han dado su testimonio al terminar una función de Santa María de la Espera. A todos ustedes infinitas Gracias, el Teatro es siempre colectivo, imposible hacerlo sin todos. Seguimos caminando y como siempre ¡Nos vemos en el Teatro!
El Tiet. Jen - Saimon - Mauricio - Arnoldo




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Hacer teatro para infancia en El Salvador

¡Adiós al 2012!

¡Felices fiestas!